Es el complemento ideal para darle el contrapunto dulce, por ejemplo a una ensalada, un pescado, canapés, etc.. Yo solía hacerla con cebollas frescas hasta que una amiga me comentó que ella la hacía con cebolla frita de lata y eso le facilitaba mucho el trabajo. Pues es cierto, lo he probado y sale igualmente rica pero con la mitad del trabajo hecho, ya que te ahorras freir la cebolla. Os cuento los pasos que he seguido.
INGREDIENTES: 1 lata de cebolla frita(yo uso la marca Hida), 2-3 cucharadas soperas de azúcar morena, 2 cucharadas de vinagre de Módena( si no os gusta el toque agridulce del vinagre, lo sustituimos por 50 ml de brandy).
ELABORACION: Vertemos en una sarten el contenido de la lata de cebolla y la calentamos sin nada de aceite, ya que de por sí esta cebolla suele llevar un poco. No obstante si observáis que la vuestra no lleva casi nada y se os va a quemar, le añadís una pizca(pero sin pasarnos). Cuando empiece a freirse añadiremos el azúcar y el vinagre y dejamos cocer a fuego medio unos 15 minutos.
Si transcurrido este tiempo vemos que aún tiene demasiado líquido o al probarla notamos que está más crujiente de lo que nos gustaría, la dejaremos otros 5-7 minutos hasta conseguir reducirla o ablandarla . Si optáis por hacerla con cebollas frescas, usaremos sobre 1/2 kilo de cebollas preferiblemente dulces, las picamos en una juliana muy fina y las pochamos en aceite de oliva a fuego medio hasta que estén transparentes y blanditas. Entonces añadiremos el resto de ingredientes y seguimos los pasos anteriores.Una vez terminada, dejar enfriar a temperatura ambiente y para conservarla bastará con guardarla en un bote de cristal en la nevera. Dura mucho tiempo si la conservamos en frío. Está deliciosa en canapés con bacalao, por ejemplo, untando el pan en alioli encima el bacalao ahumado y para terminar un poquito de nuestra cebolla caramelizada o en cualquier combinación que se nos ocurra. Yo la última vez la usé para decorar unos espárragos blancos enrrollados en jamón york...¡¡deliciosos!!
INGREDIENTES: 1 lata de cebolla frita(yo uso la marca Hida), 2-3 cucharadas soperas de azúcar morena, 2 cucharadas de vinagre de Módena( si no os gusta el toque agridulce del vinagre, lo sustituimos por 50 ml de brandy).
ELABORACION: Vertemos en una sarten el contenido de la lata de cebolla y la calentamos sin nada de aceite, ya que de por sí esta cebolla suele llevar un poco. No obstante si observáis que la vuestra no lleva casi nada y se os va a quemar, le añadís una pizca(pero sin pasarnos). Cuando empiece a freirse añadiremos el azúcar y el vinagre y dejamos cocer a fuego medio unos 15 minutos.
Si transcurrido este tiempo vemos que aún tiene demasiado líquido o al probarla notamos que está más crujiente de lo que nos gustaría, la dejaremos otros 5-7 minutos hasta conseguir reducirla o ablandarla . Si optáis por hacerla con cebollas frescas, usaremos sobre 1/2 kilo de cebollas preferiblemente dulces, las picamos en una juliana muy fina y las pochamos en aceite de oliva a fuego medio hasta que estén transparentes y blanditas. Entonces añadiremos el resto de ingredientes y seguimos los pasos anteriores.Una vez terminada, dejar enfriar a temperatura ambiente y para conservarla bastará con guardarla en un bote de cristal en la nevera. Dura mucho tiempo si la conservamos en frío. Está deliciosa en canapés con bacalao, por ejemplo, untando el pan en alioli encima el bacalao ahumado y para terminar un poquito de nuestra cebolla caramelizada o en cualquier combinación que se nos ocurra. Yo la última vez la usé para decorar unos espárragos blancos enrrollados en jamón york...¡¡deliciosos!!