Mira que he hecho recetas de mi madre, pero este pollo es de lo que más me gusta, quizás porque solo con olerlo, retrocedo a mi niñez y me veo entrando a casa(cartera en mano) corriendo contenta hacia el comedor, con la mesa ya puesta y mi madre con el plato casi servido recomendándome que me lavara pronto las manos para que no se enfriara. El olor inundaba la casa y mis tripas rugían furiosas. A mis hijas también, si pregunto: "¿cómo queréis que haga el pollo?" me suelen decir que haga "el de la abuela María". Con ésta receta participo en el concurso Madre e hija que organizan Trini Altea y su hija Trini(el logo con el enlace al concurso lo tenéis en el lateral del blog) y de paso, aprovecho esta oportunidad para rendirle desde aquí un pequeño y cariñoso homenaje a mi madre. Aunque ahora está muy mayor y muy delicada de salud, en mi memoria sigue siendo esa mujer vital, comprensiva y de buen humor a la que quise, quiero y querré y la que siempre ocupará un lugar muy, muy grande en mi corazón.

No me enrrollo más, aquí tenéis la receta y a mis dos pinches de lujo: mis dos hijas. Espero que os guste.
INGREDIENTES(para cuatro personas): 2 muslos y sobremuslos y 1/2 pechuga (yo pongo la carne deshuesada), 1 cebolla de aproximadamente 150 gr, 1 tomate entero de aprox. 200 gr, 1/2 cabeza de ajos, 1 vaso de brandy, un vaso de agua, aceite, harina, laurel , sal y pimienta.
ELABORACIÓN: Enharinamos la carne troceada y la freimos ligeramente sólo para sellarla ya que luego cocerá.
Salpimentamos y cerramos la olla. Cuando empiece a silbar, bajamos el fuego y contamos 30 minutos( puede variar dependiendo de la olla, le pondréis el tiempo que dejáis normalmente otros guisos de pollo), después retiramos del fuego. Una vez que se haya enfriado, sacamos la carne a otra cazuela y pasamos la verdura por el pasapurés vertiéndola por encima de la carne. Calentamos nuevamente y servimos con el acompañamiento que más nos apetezca, en este caso patatas fritas.